El camino que abre la poesía es el camino que recorrió Orfeo en su reto al amor y a la muerte. Es cada grano de arena de un desierto que se puebla de pérdidas de silencios. Es la soledad asumida a cualquier precio.ANGELINA MUÑIZ-HUBERMANAsumo el método de abrirme paso sin demoler el camino... Esa es la consigna en esta lucha contra abstractos.
Una nebulosa procesión de gente sin rostro acércase ante mí. Decido no mirarles, no olerlos, ni sentirles la voz poblada de silencios...
Una melodía asiática extrae de mí todo lo que me había quedado de espíritu...
La sombra de una loca ronda por las habitaciones de mi casa, como un lastre malparido de un inmundo sanatorio.
Me refugio en un jardín, la imagen perfecta de un paraíso clausurado, rodeado de muros que asfixian, no de ángeles que expulsan según el antojo de Dios... Arriba, el cielo, un rectángulo perfecto, abajo el agua sombría y putrefacta, la ventana de esa cloaca en un cuadrado de hierro... Chilla una rata que atenta salirse e infestar mi casa... En nuestros días ya no estamos para pestes bubónicas... Morimos de otras cosas.
Dios desconocido... Dime, ¿a qué huelen tus palabras? ¿A rancio tequila proferido por un grave indigente que muestra sus partes a las ejecutivas rebeldes y las colegialas disfrazadas de putonas? ¿Al sudor del rebozo de una india chiclera en un crucero? ¿A combustible quemado en la garganta de un tragafuegos adormecido por quistes de humo en su pecho?
Dios, adjetivo y neutro.
El Angelus predica tus hazañas y tus promesas vaciadas en el ojo muerto de una perra tendida en el periférico.
Dios impredicable...
El temor de todos resalta en la magnitud de mis blasfemias... Cada vez que un blasfemo predica lo que su lengua da a entenderle sobre los cielos y la eternidad, un ángel cae, como las hadas campanitas de Pedrito el huerfanito.
Demonios rondan la circunferencia de mi crisma en busca de venganza, yo soy el motivo, el desgraciado infractor y autor de su caída.
Me encuentro suspendido en el tiempo, en un lugar que ya no existe, escribiendo sobre una hora ya pasada y es por eso que puedo cumplir todos mis sueños...
Hoy tuve un sueño, final de un duelo y por eso doloroso... Quizás implique eso, un final definitivo. Pavoroso sentir los sentimientos tan vivos, como si una brasa saltara desde nuestro corazón a nuestra piel indefensa.
Soy sin duda, más traidor que los ángeles, demasiado humano, profeta desahuciado y aberrante a Dios y por eso me ama, porque le repugno.
Cumplo mi existencia como un deber de vida, profundo pagaré en que sigo debiendo y nunca cumplo. A crédito he arrendado mi vida, hipotecado mis infiernos y clausurado, píamente, santos abstractos.
-¿Santos Abstractos, Batman?-
No mames, Chico Maravilla.
Y Robin se rió porque creyó haber burlado al caballero nocturno.
Asqueado salí rompiendo las mucosas cortinas de ese sueño y llegué al más triste de mi vida, en el cual me ardía el corazón, en silencio, iba rodando por las calles repletas de gente como en un día festivo: vendimias, ferias, templos de otros siglos, y mis amigos de toda la vida, los que se han quedado en el camino, quienes se han adelantado, los que tomaron otros rumbos, ese era el ojo de alfiler de Aquino, Divina comedia sin Dante... Y en Delos, los ángeles me traicionaron. Ojo por ojo, quizás, y las blasfemias cayeron en mis ojos que de blanca hiel se inundaron...
Me río de los que no creen y sienten que después de la vida, luego de la muerte hay un más allá... ¿Qué es eso? Me burlo de mí mismo que hablo con las sombras divinas y no veo un cielo, ta sólo un rectángulo perfecto.
Vengo del día primero de junio del año dos mil siete... Hoy, nombrando las cosas que he olvidado, en este día que ya no es y que nunca lo fue en mis recuerdos. Como Adán, abro el principio del mundo, sin más piel que mi piel, sin más Dios, libre al fin conteniendo al diosmío en mis entrañas.
Dios, neutro adjetivo
Transparente me es nombrarte, el cuerno de mi voz derrumba el jericó de tu lenguaje... Los límites de nuestro mundo, el cristal donde las aves humanas en pleno vuelo se estampan y desnucan... Dios neutro, neutro adjetivo.
Dios, Soledad asumida a cualquier precio
Sí, asumí en ese sueño, la libertad de sufrir libre, lagañoso dolor en la punta de un colibrí suspendido en un cable... Sueño de Orfeo reencarnado en mí... solitario que vuelve al mundo por la vulva del sueño y consuela por un día la individualidad humana ausente de otredad, de la bella sombra amada.
Dios suplemento
Y ella, que vino de muy lejos, se alejó sin decir nada, huyó con el ángel, voz despreciada por la tonta levedad de un ser amado. La necedad de no querer voltear condenó a Orfeo y perdió su duelo contra el amor y la muerte.
Dios retirado
Te quedaste con el paraíso como el quantum brillante de un fantasma, alegoría perfecta, lejana a mí, sabor hidráulico de mi lenguaje.
Sabor hidráulico de mí sangre...
La Profecía se ha cumplido, blanca como la triste ceguera licuada en mis ojos.
Caronte no acepta esas monedas, dos ojos blancos son rosas de olvido, nada hay que mirar allí...
Orfeo de pie, inmóvil en la niebla
-Mas continuaré esperando, a la orilla del río, o del lago silencioso, esperando su mano que me guíe a través del leteo...